jueves, 23 de junio de 2011

Ya no es la Venezuela de Bolívar

Parte II. Paros e intereses disfrazados de dignidad laboral.

La concepción de educación que se fijó Bolívar planteó: La decencia, el decoro, la urbanidad, la cultura en el idioma, todo debe recluir en los maestros, a fin de que con estas lecciones practicas formen buenos discípulos. Una visión prometedora, en la que los deberes y derechos debían ser impartidos y enseñados para consolidar la República. Aquí es donde unas cuantas tizas, marcadores, borradores y pizarras repueban su práctica profesional ante la toma de decisiones unilaterales, en las que, sin caer en la falta de respeto, a vaces los intereses personales se disfrazan de dignidad laboral. 


A Bolívar "su interés por mejorar la calidad de la educación en su época, le hizo pensar en la necesidad de enviar varones becados al exterior para perfeccionar sus conocimientos y traer al país nuevas técnicas y aprendizaje", hoy en día no hay divisas y muchos de esos estudiantes o se pagan ellos mismos sus gastos en el extranjero o el regreso a una Venezuela desteñida es más inminente que nunca.

La educación es la herramienta fundamental para lograr el desarrollo, supone entonces una práctica profesional dedicada y enfundada en el crecimiento no sólo profesional del estudiante, sino también en la satisfacción personal. Para nadie es un secreto que el sentirse mal supone un pésimo rendimiento profesional. No obstante hay males que escapan de las manos de los estudiantes y que a priori tiene su responsabilidad en esos maestros a los que Bolívar pensó para lograr la anhelada consolidación de Venezuela. Sí, si bien hay estudiantes que "ocupan" un pupitre desaprovechando la oportunidad de aprender, existen profesores "mañosos" (sin herir suceptibilidades) que pregonan derechos y aumentos, y a la hora de impartir clases, su calidad profesional y ética queda suprimida como cual acento ortográfico. 

Los códigos de ética, la ley de Universidades, las legalidades internas, entre otros "adornos" legales suelen quedarse en el papel; muchas veces son usados como instrumento de defensa de los derechos de un conjunto de personas que reclaman mejoras y exigen aumentos, ¿Qué hacer para ello? ¡PARO! Sí, después de una reunión, en la que parece no haber integridad de ideas y sólo la heterogeneidad del pensamiento hacen de la consigna ¡PARO! el "leimotiv" de una cultura educativa alejada del precepto de Bolívar y cercana al paganismo de "llenase los bolcillos".

Una cosa es estar en el ¡PARO!, cómo se encuentra una gran cantidad de personas en el mundo, y otra es es ir a ¡PARO! esto es lo que se ha convertido el tema a impartir entre las UNIVERSIDADES, ¿Cuántos PAROS ha habido en los últimos 5 años? Las estadísticas no están disponibles. Por ahora el próximo ¡PARO! está previsto para JUNIO, duración 72 Horas, días 1 y2 . ¿Pensarán en los estudiantes? Quizá para quienes están comenzando su carrera universitaria esta actividad no represente un peligro, al menos no en corto plazo, así parece ser; pero para quienes están culminando es la "piedra en el zapato" que los hace angustiarse con justa razón: se pierde tiempo, se acorta el semestre o puede hasta perderse. Sí, aunque pretendan disfrazarlo, el semestre (que manía de llamarlo así) peligra, al menos, en LUZ. ¿A alguien le importa? Un buen estudio de percepción de la imagen de nuestra casa de estudios dejaría a unos cuantos muy mal parados.

Es triste pensar que un semestre (sigo con la manía de llamarlo así) termine siendo tiempo aprovechado por esos que llaman a ¡PARO! y desaprovechado para formar profesionales con conciencia de la realidad, que puedan defenderse con su conocimiento, con su experiencia. Cuánto menos dan, más exigen.


¡PARO! a la vista.
Han transcurrido escasos cinco meses y en las universidades aún esperan por el comienzo del periódo académico, sì, esperan porque pareciera no haber iniciado las actividades, al menos en LUZ el acontecer universitario y el día a día sabe y se siente "agrio"; el periódo de clases suele ser "chucuto" puesto que en 14 semenas se pretende instruir a un futuro profesional, por experiencia, los medios para ello justifican un fin mediocre. No sé por que razón en todo "semestre" tiene que haber una "reinvidicación" laboral que afecta a los estudiantes. Ya se viene otro ¡PARO! de 72 horas, y en menos de un mes van más 4; el descaro destila a más no poder.

Reflexiones: ¿Después de un PARO qué?

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